En este artículo abordaremos 5 beneficios de constituir una sociedad que ayudarán a los nuevos emprendedores a ganar más dinero y plantearse nuevos horizontes.
Cuando se esta por iniciar un negocio con grandes expectativas, buenas ganancias o ideas novedosas; así como en aquellos casos en los que un pequeño negocio ha sido lo suficientemente exitoso, llega un momento en el que los nuevos emprendedores se preguntan sobre las ventajas y desventajas de crear una empresa. Pero, esta pregunta ya no es nueva para los empresarios más experimentados; es más, ya ni siquiera lo ponen en duda, aquí te explicaremos por qué.
Antes de iniciar, es importante decir que este artículo no tiene vocación de ser un consejo o una asesoría legal, por lo que no debe ser considerado como tales. En caso de que requiera información específica sobre un negocio en particular, le sugerimos que nos escriba directamente. De igual forma, este texto tampoco se ha preparado como un texto jurídico o con rigor académico para estudiantes o abogados. El ojo del lector experto podrá encontrar algunas imprecisiones semánticas que podrán ser irrelevantes o imperceptibles para otros lectores no expertos en Derecho o impuestos. Simplemente, este texto se ha elaborado de la manera más sencilla posible para proporcionar información clara y de utilidad para los nuevos emprendedores.
"Para ser un empresario exitoso, primero hay que tener una empresa".
1. Separación del patrimonio personal del de la empresa. Desvinculación.
Uno de los principales beneficios de crear una empresa, es separar el patrimonio del negocio y el de los empresarios. Con la creación de una sociedad, la empresa se convierte en una persona distinta a los socios mediante una ficción jurídica (ahora la sociedad, la empresa, es una persona moral).
De esta manera la sociedad tendrá su propio patrimonio, sus propios activos, pasivos y capital; tendrá su propio número de identificación fiscal (RFC) y su propio historial comercial.
Esto permite una gran protección a los empresarios y sus familias en caso de que, por cualquier razón, la persona moral tenga grandes pérdidas o contraiga grandes riesgos; de manera que, el patrimonio de los socios quedará a salvo de las malas decisiones o los infortunios en los negocios. Esto es conocido jurídicamente como el “velo corporativo”. Existen ciertos supuestos en los que el velo corporativo no aplica, supuestos específicos en los que no se puede alcanzar la protección al patrimonio de los socios, sobre todo en aquellos casos en los que han existido conductas fraudulentas o constitutivas de delitos. Pero de esos supuestos específicos nos referiremos en otro artículo.
Por otro lado, la separación de patrimonios tiene otras consecuencias que pueden proporcionar grandes herramientas y soluciones en los negocios; por ejemplo un historial en buró de crédito distinto al de los socios. Así es, al constituir una nueva sociedad, la empresa tendrá su propio historial crediticio distinto al de los empresarios, lo que puede resultar en una gran ventaja para la contratación de créditos que apuntalen un negocio estancado. No obstante, en algunos casos, los bancos o financieras pueden llegar a solicitar historial crediticio de los administradores que aplican para ciertos réditos.
Además, al tener empresas con patrimonios propios, se pueden separar las finanzas de varias empresas y así disminuir el riesgo de que todos los negocios puedan estar subordinadas al éxito o fracaso de uno solo o del patrimonio de los accionistas.
2. Acceso a productos financieros para empresas.
Ya hemos mencionado una ventaja relacionada al buró de crédito, pero otra ventaja de constituir una sociedad, es que se puede tener acceso a productos financieros o paquetes especializados para empresas. Entre esos productos podemos mencionar los siguientes:
Créditos empresariales. Créditos bancarios con montos mayores, tasas preferenciales y atención preferente para empresas y empresarios.
Créditos de habilitación o avío. Créditos especiales para ser invertidos en la compra de materias primas o materiales, pago de salarios, así como en los gastos directos de la operación.
Arrendamiento financiero de automóviles o maquinaria. Contratos en los que se pueden rentar distintos bienes, generalmente automóviles o maquinaria, con una opción de compra por un buen precio al término del contrato.
Acceso a tarjetas de créditos corporativas. Permiten el control, operación y facturación de gastos de la empresa y del personal directivo. Con diversos beneficios adicionales a los que otorga una tarjeta de crédito personal (seguros, salas VIP, etc).
Contratación de servicios en paquetes corporativos. Seguros, líneas telefónicas, software especializado, servicios de transporte, cursos o capacitaciones, etc.
3. Incorporación de nuevos socios o venta de la empresa.
Muchos emprendedores, han encontrado en la venta de acciones de empresas, una manera eficaz para invitar a nuevos inversionistas, encontrar capital, apalancar sus negocios o incluso vender sus ideas de negocios. La constitución de una sociedad permite agrupar a diversas personas para participar en el capital, con ello se puede diluir la inversión y el riesgo.
En los últimos años es frecuente escuchar de talentosos jóvenes emprendedores que tienen una gran idea, constituyen su empresa, registran su marca y luego venden su empresa con pocas, o nulas operaciones, pero por varios millones de dólares.
Cuando un negocio se organiza como una sociedad, se le dota de cierta confiabilidad para agregar más capital mediante la inclusión de nuevos socios. Esto resulta así porque es más probable que una persona quiera invertir en un negocio organizado como una sociedad de la que pueda adquirir acciones o partes sociales, más que en aquellos negocios organizados de palabra y sin reglas claras. Tener un acta constitutiva permite poner las reglas claras para todos los participantes.
4. Proyecta seriedad y profesionalismo.
Al iniciar pláticas para entablar relaciones comerciales con otras empresas, sobre todo con aquellas sociedades gigantes con grandes cantidades de capital y cientos de empleados, nada proyecta más seguridad y profesionalismo que un negocio con una marca o logo profesional registrados en el IMPI.
Y la razón es simple, si un grupo de personas están organizados frente al gobierno y frente a los demás comerciantes como una sociedad, entonces demuestran seriedad y organización en sus negocios.
Además, cuando una empresa se constituye como una sociedad ante un notario público, obtiene su registro en el Registro Público de Comercio y su RFC, queda formalizada frente a todas las personas; y entonces está lista para navegar en océano de los grandes negocios.
5. Una dinámica fiscal distinta.
Quizás una de las principales cuestiones que deben considerar los empresarios al momento de constituir una empresa es la dinámica fiscal. Mientras que las personas físicas pueden pagar impuestos según diversas tasas que van desde el 1.35% hasta el 35%, según sus ingresos; por otra parte, las personas morales pagan impuestos a una única tasa de 30% (hablando del ISR).
Es decir, algunas personas físicas pueden estar pagando impuestos hasta un 5% más por un negocio exitoso que podría estar bajo la protección de una sociedad. Además, las sociedades tienen acceso a un catálogo más amplio de gastos deducibles que les permite disminuir su base gravable (sí, con "v", es la cantidad sobre la que se calcula el 30%). De cualquier manera, sean personas físicas o morales, lo lícito es cumplir con todas las obligaciones fiscales y la expedición de facturas.
Nadie quiere hacer grandes y jugosos negocios con quien no expide facturas. Incluso las asociaciones delictivas dedicadas al lavado de dinero dominan estos temas.
Para determinar las cuestiones legales o fiscales más eficientes para tu negocio, te recomendamos ponerte en contacto mediante correo electrónico a la dirección atencionaclientes@emprendefacil.store y así proporcionarte información o asesoría adecuada al nivel de tu emprendimiento.
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